Probablemente estamos ante el mejor vídeo de Youtube de lo que llevamos de 2015, al menos el más dramático. Nos remontamos a noviembre de 2014. En Australia, un joven de 22 años recibe su quinta lección de salto en paracaídas. A los pocos instantes de saltar del avión a unos 3.000 metros de altitud, el joven sufre una serie de convulsiones epilépticas y se queda inconsciente en pleno salto cayendo de manera incontrolada. Afortunadamente, su instructor que salta a su lado,  se percata de los que está ocurriendo y se lanza en picado para tratar de socorrerlo. Tras un primer intento fallido y después de 30 segundos de caída libre, este héroe logra alcanzar la anilla del joven y logra abrir su paracaídas. Milagrosamente, a menos de 1.000 metros del suelo, el paracaidista afortunado recupera la consciencia y logra aterrizar sano y salvo.

Una historia que pone los pelos de punta. La pregunta que cabe hacerse es si los controles médicos que se realizan en actividades de este tipo son suficientes o no. El joven pasó la prueba médica, aunque ocultó que padecía de epilepsia, a pesar de no haber tenido ataques en los últimos 4 años. Una imprudencia que pudo costarle muy cara, si no es gracias a la increíble labor de su instructor.